Juliana Bravo, artista plástica colombiana originaria de Cartagena, fusiona tradición y modernidad en su obra, explorando la identidad, la memoria y la feminidad. Su uso innovador de la filigrana en "joyas escultóricas", combina la delicadeza de esta técnica orfebre con la libertad conceptual del arte contemporáneo, creando piezas que dialogan entre lo local y lo global. Bravo transforma estos hilos de metal en un símbolo de conexión con sus raíces culturales, llevando la filigrana más allá del adorno para convertirla en una manifestación artística con una carga simbólica profunda. 

En su obra pictórica, Bravo juega con el concepto del diario escrito a mano, donde la palabra, la línea y el dibujo se convierten en medios de expresión emocional. El grafito,
con su naturaleza efímera, refleja la fugacidad de la vida y la memoria, mientras que las diferentes texturas en sus composiciones capturan la variedad de experiencias humanas. Sus trazos y palabras, como pensamientos fugaces, crean una narrativa íntima que invita a la introspección. Bravo transforma lo cotidiano y lo transitorio en arte, revelando la belleza de lo efímero y lo orgánico en una reflexión visual sobre la vida y el tiempo.